… lo que tantos y tantos llamados madridistas (que para mi no lo son ni mucho menos) pedían a gritos desde hace un par de años: Raúl, el capitán más luchador, más honorable y con mayor corazón madridista solo equiparable al de Di Stefano, de la historia del Real Madrid Club de Fútbol, ha abandonado el club de toda su vida después de 16 años en los que lo ha dado todo por el equipo y la entidad.
Parece mentira la poca memoria que tiene la gente, sobre todo los madridistas (yo lo soy a muerte, aunque me consideraba Raulista y del Raúl Madrid, porque ha sido siempre el símbolo del madridismo casi desde que tengo memoria y dejé de ver a Hugo Sanchez y Butragueño en el campo). Como se ha podido tratar tan mal a un hombre que lo único que ha hecho en su vida es dar hasta el último aliento por el club. Un hombre que como jugador lo ha ganado todo, salvo un título con la selección de la cual sigue siendo máximo goleador de la historia (todos sabemos que eso durará poco, pero ahí está). Un jugador que mereció ganar el Balón de Oro y no lo hizo por no haber nacido en Brasil y no llamarse Raulinho.
Me avergüenza pensar que Raúl ha tenido que abandonar el club por delante de Kaká, siendo este último un auténtico fraude desde que llegó que no tiene ni la mitad de pundonor y garra de la que tiene Raúl.
Sé que sonará a tópico y que al final la decisión de abandonar el club la ha tomado él, pero considero que un jugador como él tenía que haber abandonado el club de otro modo, y a ser posible haberse retirado en el club que le vio nacer como futbolista y al que tantos éxitos ha dado, sin haber jugado en ningún otro equipo como Maldini hizo en el Milan. Ya que no ha podido ser, intentaré seguir las andanzas del Gran Capitán por tierras germanas, y espero de todo corazón, que todo le vaya a las mil maravillas y que consiga hacer muchos goles, que es para lo que nació.
Adios, Raúl González Blanco, alma y corazón del Real Madrid Club de Fútbol.